En una conversación con un amigo:
Me preguntabas varios aspectos acerca de la salvación. Aunque te respondí, no pudimos continuar porque derivamos a otros asuntos.
- Voy a intentar explicarte algunos aspectos acerca de como es el comienzo de la relación personal con Dios, que culmina en un momento dado en la obtención de la salvación ofrecida por el Señor Jesucristo.
- Para comenzar te diré que Cristo es el Salvador potencial del mundo, ¿por qué potencial? porque teóricamente la población mundial podría salvarse si quisiese, por el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz. pero la inmensa mayoría no quiere. Es más, desprecia y se burla de la oferta de Dios; cuando hablamos de salvación se sobreentiende que todos están perdidos.
- No importa que tan «buena gente» sea una persona, ya que el problema que tiene todo ser humano es una causa judicial contraída con la ley de Dios. El Juez justo está obligado por la esencia de si mismo a condenar a todo infractor de su ley moral; infractores somos todos, por tanto, estamos bajo una condenación segura; Como puedes comprender no es una situación como para estar tranquilo y mucho menos contento; El reloj corre en nuestra contra hacia el día del juicio ineludible de Dios.
- La gente ignora esta espantosa realidad y camina cantando hacía el infierno, pero como Dios nos ama, no quiere condenarnos y ha provisto una vía de escape, esto se llama «justicia imputada» es decir: Cristo paga la deuda a nuestro favor siendo condenado en nuestro lugar para que ya no seamos nosotros condenados,
- Pero me dirás: si, pero ¿Donde?, ¿Por medio de quién?, ¿En qué iglesia?
- Respuesta: En cualquier lugar, Dios conoce las intenciones del corazón, es un acto completamente espiritual entre Dios y la persona. La salvación se solventa en unos segundos, en cualquier lugar y a cualquier hora.
- Esta fue mi experiencia, Dios y yo solos, sin conocimiento bíblico ni doctrina, sin nadie más en ese momento. ¿Cuál es la fórmula o «protocolo» para apropiarse de la salvación?
- Respuesta: En este sentido, ninguna.
- ¿Entonces?
- Respuesta: Más que fórmulas o requisitos humanos, que pueden ser muchos, son condiciones que Dios demanda, el cual no hace distinción de nadie, ni las rebaja, ni tampoco las impone. Estas condiciones son:
- Reconocimiento de transgresión de sus leyes.
- Pedirle perdón.
- Apartarse de todo mal.
- Aceptarle como Salvador personal.
- Aceptarle como Señor de tu vida.
- Creerle en todo lo que dice.
- Realizar esto de manera sincera lleva a la salvación.
- Entonces si esto es así, ¿que lugar ocupan los pastores o evangelistas en la salvación de alguien?
- Respuesta: Como he dicho antes la salvación es algo personal del libre albedrío, aunque para llevarla a cabo es Dios quien toma la iniciativa y puede efectuarla sin nadie de por medio o puede valerse de sus instrumentos humanos a su servicio. Por esta razón entendemos siervos, ministros de El o simplemente cristianos colaboradores en la tarea de la salvación; esto último es lo mas común, pero en los dos casos el Espíritu Santo guiará al nuevo salvo a la integración en la verdadera iglesia. Será así siempre que haya habido una verdadera conversión.
- Ahora pasaré a enviarte unos cuantos textos de confirmación de lo hasta aquí expuesto, ya que sin el apoyo de la Escritura nada tiene validez.
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Juan 15:16
Aquí podemos ver que la elección es de Dios, pero nosotros aceptamos esa elección. La mayoría de las personas se creen justas y buenas, aunque Dios nos ve de otra manera:
«Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno» Romanos 3:10-12
